2.9.2015 | None
Ítalo Gallardo prepara nuevo proyecto durante residencia en Estados Unidos
El pasado 15 de agosto, Ítalo Gallardo partió a Estados Unidos para realizar una residencia de una semana en el Dartmouth College, una universidad privada fundada en 1769 y que se encuentra ubicada en Hanover, Nuevo Hampshire. Gracias a una alianza entre Fundación Teatro a Mil y el New York Theater Workshop, una institución cultural que se preocupa de apoyar a directores emergentes que hacen teatro contemporáneo; el director de 31 años pudo desarrollar su próximo proyecto de teatro documental llamado Los que vinieron antes.
“Durante la residencia, debes escoger un proyecto para trabajar y esa decisión es súper libre. Puede ser una obra antigua y que quieras remontar, o algo totalmente nuevo, como es en mi caso”, explica el director de montajes como Juan Cristóbal, casi al llegar a Zapadores y Límites.
A lo largo de la estadía, Ítalo pudo dedicarse al 100% a su próximo montaje, debido a las facilidades que entregaban el lugar y sus organizadores. “Al estar en un campus universitario, tienes todo a la mano y tuve todo lo necesario para desarrollar mi idea: una sala de ensayo, una biblioteca increíble y como está alejado de la ciudad –el lugar está al lado de un río, con un bosque-, es como una especie de retiro para trabajar en tu proyecto, porque tienes todos los elementos propicios para que hagas lo que quieras hacer”, recuerda. Y agrega: “Hacer teatro en chile es siempre una batalla y uno lo tiene todo en contra; versus ellos que tienen todo a su favor. Hay un montón de cargos, un montón de personas que están disponibles para ayudar que todo sea posible, y en ese sentido, me gustó mucho el profesionalismo que permite concretar rápidamente, meterse profundamente en el trabajo”.
Pero además, el artista tuvo la oportunidad de compartir con otros artistas que también desarrollaban sus proyectos, observar sus trabajos, e incluso participar del proceso creativo de ellos. “Todo el rato uno estaba en contacto con los demás, tomábamos desayuno juntos, porque nos quedábamos en un mismo lugar, y en la noche también habían instancias para conversar y podías hablar de lo que estabas haciendo, creando. Pero además, uno tenía la oportunidad no sólo de hacer tu trabajo, sino que también de ir al ensayo de estas otras compañías. De hecho, pude trabajar con Geoff Sobelle, artista e ilusionista que está de gira por Estados Unidos con The Object Lesson; y que ahora, en su nuevo proyecto, reflexiona en torno a la diferencia entre ‘Home’ y ‘House’. Estuvimos haciendo algunos ejercicios, y como estoy trabajando en un proyecto con mis abuelos, pudimos cruzar ambas cosas. Fue súper enriquecedor para los dos”, cuenta Gallardo.
¿Puedes adelantar en qué consiste tu trabajo Los que vinieron antes?
Una de las primeras obras que hicimos con mi compañía La Laura Palmer, fue de tipo documental y contó con mis dos abuelas en escena, además de dos actores y un cineasta que nos siguió durante todo el proceso. Esa fue la primera, y ahora, estaré sólo yo en el escenario tratando de construir la historia de mis ancestros, y la idea es que sea un hombre orquesta a cargo de la música en vivo, manipulando objetos o el material audiovisual.
Como a ellos no les gusta salir de sus casas -a diferencia de mis abuelas que amaron ser actrices-, voy a ir haciendo un documental audiovisual en paralelo, que también formará parte de la obra y que irá mostrando mi intento de sacarlos de sus hogares, llevándolos a un lugar emblemático de la historia de su vida.
¿Por qué continuar trabajando con el teatro documental y las historias personales?
Algo que hemos estado trabajando con la compañía hace un buen rato, incluso antes de trabajar este tipo de teatro, es la memoria y la identidad. Son dos temas súper presentes en la compañía.
A diferencia del teatro político más clásico que se preocupa de la identidad como un gran tema, metiéndose en la historia oficial, por ejemplo; lo que nosotros hacemos es trabajar la historia anónima. Me parece que al hacer un ejercicio de memoria a partir de una experiencia personal, va a repercutir mucho más en la memoria colectiva. Creo que ese es el mejor punto de partida para entender por qué somos como somos los chilenos, o la identidad de los chilenos.