Radioteatro
Texto: Juan Radrigán | Dirección y adaptación dramatúrgica: Mariana Muñoz | Elenco: Claudia Cabezas, Francisco Ossa y Mario Avillo | Letra de canciones: Mariana Muñoz a partir del texto de Juan Radrigán | Composición musical de canciones: Mariana Muñoz | Composición, arreglos y producción musical: Felipe Alarcón, Francisco Campos y Mario Avillo | Interpretación Musical: Mariana Muñoz (voz), Felipe Alarcón (Guitarra traspuesta / órgano electone / voz), Francisco Ossa (Voz), Francisco Campos (Percusiones / batería / teclados / bajo), Claudia Cabezas (Voz) y Mario Avillo (Guitarra acústica / Voz) | Grabación y mezcla: Rodrigo Chirino | Asistencia en sonido: Gonzalo Rodríguez | Una coproducción de Fundación Teatro a Mil.
Mariana Muñoz
La directora
Teatro, canciones y emociones
Es actriz, directora y docente. Su trabajo ha sido influido por su experiencia profesional junto a los maestros Andrés Pérez Araya, Andrés del Bosque y Juan Radrigán. Su labor en la dirección ha estado caracterizada por la investigación en base a la convergencia entre el teatro, la música, los universos populares y la comicidad. Una de sus obras más destacadas es Amores de cantina, de Juan Radrigán. Este año dirigió la aplaudida obra Preguntas rrecuentes, de Nona Fernández.
Juan Radrigán
El dramaturgo
Obras con sello social
Ha sido uno de los dramaturgos más destacados de la historia del teatro chileno. Durante su trayectoria, creó más de 40 obras caracterizadas por un fuerte sello social, entre ellas, Hechos consumados (1981), Balada de los condenados a soñar (1989) y Amores de cantina (2009). En 2011 recibió el Premio Nacional de Artes de la Representación, distinción que se sumó a reconocimientos como el Premio del Círculo de Críticos de Arte en 1981 y 1982, el Premio Municipal de Literatura 1983, el Premio Altazor 2005, el Premio Bicentenario de Dramaturgia 2010 y el Premio Sello de Excelencia 2011 del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
-Por su muy novedoso formato, que propone a los auditores imaginar la obra de Juan Radrigán no solo a partir de las voces de los actores, sino también a partir de un registro sonoro que ayuda a construir una rica atmósfera psicológica.
-Por el texto de Juan Radrigán, un dramaturgo identificado con el teatro que expone los dolores y necesidades de los sectores no-poderosos de la sociedad, pero que también tuvo una exquisita sensibilidad para retratar las relaciones humanas, como lo hizo también en Fantasmas borrachos o Amores de cantina, esta última obra también montada por la directora Mariana Muñoz.
Radioteatro: Es una pieza artística compuesta por palabras, efectos sonoros y pistas musicales, que en conjunto cuentan una historia de tal forma que quien la escucha puede recrearla con detalle en su mente. Vivió su edad de oro en los años 20, 30 y 40 en todo el mundo, junto con el apogeo de la radio; una popularidad que en Chile se extendió hasta los 70. A nivel mundial, quizá el más conocido es La guerra de los mundos, un radioteatro creado en 1938 por el actor y director estadounidense Orson Welles, que narraba los estragos en todo el mundo causados por una invasión alienígena. Su nivel de realismo fue tal que causó pánico en miles de radioescuchas, quienes pensaron que la noticia era real, pero el relato estaba basado en la novela del mismo nombre de H.G. Wells.
Radioteatro en Chile: Memoria Chilena cuenta que el primer radioteatro transmitido en Chile fue en 1932, en la desaparecida radio Universo. Se llamaba La enemiga y estaba protagonizada por Maruja Cifuentes y Carlos Justiniano. Emitidos principalmente al mediodía, estas historias eran principalmente dramáticas y dirigidas al público femenino, aunque en las decádas siguientes –hasta 1970– el radioteatro también fue formato fértil para las comedias y hasta el suspenso. Emblemas de esa época son Hogar dulce hogar, Residencial La Pichanga, La bandita de Firulete y el recordado Radiotanda, con la actriz Ana González y su personaje “La Desideria”. En terror, los más famosos fueron El doctor Mortis y Lo que cuenta el viento.
-Lee las críticas de la prensa chilena en el estreno de Los borrachos de luna, en 1986.
En Twitter, @fundteatroamil
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PRESENTA
Borrachos de Luna
Dirigido por Mariana Muñoz | Cancionero dramático a partir del texto de Juan Radrigán
- Chile
- Español
- 60 minutos
- + 16 años
Un texto de Juan Radrigán pensado en clave musical: una canasta de ritmos nostálgicos narran la historia de un amor clandestino que se deja ver solo a la luz de la luna.
Borrachos de luna es una adaptación para escuchar del texto del mismo nombre del dramatugo chileno Juan Radrigán. Es un cancionero dramático, formato que piensa el cruce entre teatro y música, en esta ocasión bajo el encuadre del género del radioteatro. Lo que escucharán los auditores es un repertorio que, a modo de playlist, combina diálogo hablado y cantado.
La historia de Borrachos de luna acontece en medio de una ciudad nocturna vacía, dominada por el sonido de aviones y helicópteros que atraviesan el cielo reiteradamente lanzando papeles que anuncian prohibición de reunirse. Bajo esa panorámica, el encierro se teje entre las precarias paredes donde ocurren encuentros clandestinos. Como el de José, un reparador de tocadiscos, y María, una mujer que cada atardecer abre las puertas de su pequeña casa para ofrecer un espectáculo donde contonea su cuerpo para obtener sustento económico. Entre múltiples intentos por hacer girar un aparato descompuesto del que emerge música guardada en vinilos añejos, estos personajes se conocen y consumen en un triste diálogo acerca del amor. Un intercambio de palabras y sentires que es interrumpido por la llegada de un afuerino que trae noticias. Entonces, se convierten en tres almas que, embriagados por la luz de la luna, esperan cantando el inicio de una función que puede nunca comenzar.
Así es como emerge la posibilidad de pensar la pluma de Juan Radrigán como una canasta de ritmos nostálgicos que se puedan escuchar, bailar, cantar o llorar a puerta cerrada bajo la guardia de los destellos lunares.
Borrachos de Luna
- Chile
- Español
- 60 minutos
- + 16 años
Texto: Juan Radrigán | Dirección y adaptación dramatúrgica: Mariana Muñoz | Elenco: Claudia Cabezas, Francisco Ossa y Mario Avillo | Letra de canciones: Mariana Muñoz a partir del texto de Juan Radrigán | Composición musical de canciones: Mariana Muñoz | Composición, arreglos y producción musical: Felipe Alarcón, Francisco Campos y Mario Avillo | Interpretación Musical: Mariana Muñoz (voz), Felipe Alarcón (Guitarra traspuesta / órgano electone / voz), Francisco Ossa (Voz), Francisco Campos (Percusiones / batería / teclados / bajo), Claudia Cabezas (Voz) y Mario Avillo (Guitarra acústica / Voz) | Grabación y mezcla: Rodrigo Chirino | Asistencia en sonido: Gonzalo Rodríguez | Una coproducción de Fundación Teatro a Mil.
Mariana Muñoz
La directora
Teatro, canciones y emociones
Es actriz, directora y docente. Su trabajo ha sido influido por su experiencia profesional junto a los maestros Andrés Pérez Araya, Andrés del Bosque y Juan Radrigán. Su labor en la dirección ha estado caracterizada por la investigación en base a la convergencia entre el teatro, la música, los universos populares y la comicidad. Una de sus obras más destacadas es Amores de cantina, de Juan Radrigán. Este año dirigió la aplaudida obra Preguntas rrecuentes, de Nona Fernández.
Juan Radrigán
El dramaturgo
Obras con sello social
Ha sido uno de los dramaturgos más destacados de la historia del teatro chileno. Durante su trayectoria, creó más de 40 obras caracterizadas por un fuerte sello social, entre ellas, Hechos consumados (1981), Balada de los condenados a soñar (1989) y Amores de cantina (2009). En 2011 recibió el Premio Nacional de Artes de la Representación, distinción que se sumó a reconocimientos como el Premio del Círculo de Críticos de Arte en 1981 y 1982, el Premio Municipal de Literatura 1983, el Premio Altazor 2005, el Premio Bicentenario de Dramaturgia 2010 y el Premio Sello de Excelencia 2011 del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
-Por su muy novedoso formato, que propone a los auditores imaginar la obra de Juan Radrigán no solo a partir de las voces de los actores, sino también a partir de un registro sonoro que ayuda a construir una rica atmósfera psicológica.
-Por el texto de Juan Radrigán, un dramaturgo identificado con el teatro que expone los dolores y necesidades de los sectores no-poderosos de la sociedad, pero que también tuvo una exquisita sensibilidad para retratar las relaciones humanas, como lo hizo también en Fantasmas borrachos o Amores de cantina, esta última obra también montada por la directora Mariana Muñoz.
Radioteatro: Es una pieza artística compuesta por palabras, efectos sonoros y pistas musicales, que en conjunto cuentan una historia de tal forma que quien la escucha puede recrearla con detalle en su mente. Vivió su edad de oro en los años 20, 30 y 40 en todo el mundo, junto con el apogeo de la radio; una popularidad que en Chile se extendió hasta los 70. A nivel mundial, quizá el más conocido es La guerra de los mundos, un radioteatro creado en 1938 por el actor y director estadounidense Orson Welles, que narraba los estragos en todo el mundo causados por una invasión alienígena. Su nivel de realismo fue tal que causó pánico en miles de radioescuchas, quienes pensaron que la noticia era real, pero el relato estaba basado en la novela del mismo nombre de H.G. Wells.
Radioteatro en Chile: Memoria Chilena cuenta que el primer radioteatro transmitido en Chile fue en 1932, en la desaparecida radio Universo. Se llamaba La enemiga y estaba protagonizada por Maruja Cifuentes y Carlos Justiniano. Emitidos principalmente al mediodía, estas historias eran principalmente dramáticas y dirigidas al público femenino, aunque en las decádas siguientes –hasta 1970– el radioteatro también fue formato fértil para las comedias y hasta el suspenso. Emblemas de esa época son Hogar dulce hogar, Residencial La Pichanga, La bandita de Firulete y el recordado Radiotanda, con la actriz Ana González y su personaje “La Desideria”. En terror, los más famosos fueron El doctor Mortis y Lo que cuenta el viento.
-Lee las críticas de la prensa chilena en el estreno de Los borrachos de luna, en 1986.
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