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Se acerca el final de Al Teatro 2019. Liderado por Fundación Teatro a Mil y Sura ASSET Management, el programa se ha instalado como una alternativa para que las personas mayores, y sus familias, se conecten con las artes escénicas, mediante una programación gratuita, diversa y de excelencia. Ya en su segundo año consecutivo, la iniciativa ha logrado transformar tardes sencillas en experiencias inolvidables para este grupo de la sociedad, que pareciera quedar, cada vez más, desplazado de los espacios públicos y culturales.

Son las 17 horas y llego a la sede del Programa de Atención Domiciliaria del Hogar de Cristo que atiende a 60 personas mayores de la comuna de Renca. Este espacio tiene por objetivo que los adultos se mantengan en su medio, con su familia o cercanos, dilatando o eliminando su ingreso a una casa de acogida, y que sean ellos quienes asuman sus cuidados, con ayuda (económica y social), y monitoreo de profesionales y voluntarios de la institución. En este lugar, donde se realizan talleres junto a un equipo social, las personas llegan derivadas por las redes de salud, vecinos y la misma comunidad.

Al ingresar al patio me reciben dos gatitas y Claudia Méndez, la asistente social. Claudia lleva 12 años trabajando en el Hogar de Cristo y ha acompañado al grupo de adultos mayores, que estoy por conocer, a todas las obras que han podido ver como parte del programa Al Teatro. Eliana Basaure (85), que llegó antes de la hora de salida, me recibe junto a Claudia y no duda en abrazarme fuertemente al saludar, luego pasamos a una sala acogedora y temperada al calor de la estufa. Mientras esperamos la hora para salir en busca de las otras personas que irán a ver D’verso & D’vino al Teatro ICTUS, Eliana juega ansiosa con Burrita, una gata ploma que merodea por las piernas de todos quienes están expectantes por la llegada del furgón que nos llevará a recorrer la Población Valle Central.

“Tratamos de asistir a la mayor cantidad de obras que se nos presentaron, porque son instancias a las que lamentablemente no es fácil acceder, ya sea porque las invitaciones no llegan, porque no hay dinero o porque es muy lejos. Para nosotros es una oportunidad hermosa que adultos mayores, que en algunos casos nunca han ido al teatro, puedan participar y compartir”, explica Claudia.

El programa Al Teatro ha beneficiado a más de cuatro mil adultos mayores, con una programación que ha contemplado 14 montajes de excelencia, facilitando su acceso a las artes escénicas y entregando una experiencia de gran calidad artística. En mayo de este año se hizo la entrega de invitaciones a la que asistieron más de cien personas y hoy ya empieza a culminar esta aventura, que abre un pequeño, pero significativo espacio, para que las y los adultos mayores puedan conectar con el teatro.

“Hemos buscado promover la experiencia, conocimiento y vitalidad con la comunidad, a través de una oferta que no sólo contemple el visionado de obras, sino también talleres y diálogos. La convivencia transgeneracional es una de las cosas potentes que permite el teatro y creemos que a través de esta iniciativa estamos abriendo puertas y empujando el encuentro respetuoso con el otro", comenta Carmen Romero, Directora de Fundación Teatro a Mil.

Justos en el tiempo, nos subimos al furgón que nos lleva a buscar a Celin Arriagada (72), quien va por primera vez en el teatro. Usando unas converse y bien abrigado sale de su casa para comenzar el trayecto. Celin se sienta en la primera fila, va en silencio muy contemplativo todo el camino, está un poco nervioso pero participa de las fotos en grupo. Sus ojos brillan conmovidos mirando por la ventana, él no sale mucho de su hogar, pero le gustan estas actividades. Reconoce que nadie de su familia ha ido al teatro y que les contará todo al llegar a casa.

Mientras recorremos los pasajes de la población, Claudia comenta la importancia de este paseo para ellos, “estos adultos mayores con los que nosotros trabajamos son personas que ya han sido vulneradas en varios aspectos por la sociedad y por el Estado, tienen condiciones de vida difíciles, precarias y las redes familiares son escasas, su contexto tampoco es favorable entonces todas estas oportunidades se agradecen. Ojalá acceder a más instancias así porque son personas que efectivamente viven un aislamiento que está asociado a sus condiciones sociales y económicas, quizás lo que para algunos puede ser una salida del día a día, para ellos es la salida de su vida".

Emprendemos el camino para buscar a Luisa Bravo (70), quien asegura que esta tarde suspendió toda su rutina diaria, desde temprano, esperando a que la pasaran a buscar: “hoy no hice nada, suspendí mi rutina, dejé todo listo a las 18:00 horas para que el viejo tomara once. Así que tenía todo listo a las 18:05 y me puse a esperar ansiosa porque me pongo nerviosa” dice. Luisa es alegre y conversadora, está conmocionada por ir al teatro, asegura que la última actividad cultural en la que participó fue cuando le tocó ir a ver a sus nietos bailar en la escuela, pero subraya que no es lo mismo.

Con una sonrisa dibujada en su cara y un evidente nerviosismo, Luisa comenta: “estoy feliz porque es primera vez que una va a estas cosas, me duele la guata y estoy nerviosa, para mí ver una obra de teatro es algo nuevo y bonito porque no tengo muchas oportunidades de salir, por ejemplo, el viejo no sale ni a la puerta porque él no camina, y yo dije que voy igual nomás porque uno tiene que aprovechar la oportunidad de relajarse un poco y salir del estrés de la rutina, de la casa”.

La siguiente parada es la casa de Olga Pinto (63), tiene una sonrisa de oreja a oreja, se siente un ambiente de felicidad en el furgón, risas nerviosas y expectación. Eliana le hace fiesta a todos a medida que se van subiendo. Se empieza a alegrar el grupo dentro del móvil. Olga se sienta al lado de Luisa, van cotorreando en el camino lo que esperan de la obra que verán. Finalmente, pasamos por Manuel Reyes (61). Sus familiares están afuera de la casa, conversando y riéndose mientras Manuel se prepara, le gritan que le vaya bien, se burlan un poco de su paseo tan producido, pero con cariño. Una vez dentro del furgón, Eliana celebra su llegada, parece que son bien amigos, se abrazan y se ríen todo el camino, en esos dos asientos está el alma de la fiesta.

Estamos un poco sobre el tiempo, pero con equipo completo ya nos dirigimos al Teatro ICTUS, para ver a Roberto Poblete, María Elena Duvauchelle y José Secall sobre el escenario. La sala está repleta, no cabe un solo alfiler entre el público. El éxito de convocatoria reafirma que, instancias como las que ofrece este programa, son fundamentales, aclamadas y deseadas por los adultos mayores de nuestra sociedad, quienes están esperando desde mayo, para el gran día, el día que van Al Teatro.

El elenco histórico de la compañía Teatro ICTUS invita al público a vivir una experiencia que incluye lectura, risa y nostalgia, mientras recorren la prosa, verso e historias de autores inspirados por Dioniso. La empatía entre artistas y público es evidente, hay risas y reflexiones profundas en este montaje y desde la primera fila, donde se encuentra este grupo de adultos mayores que desde Renca vinieron a verlos, sólo se observan caras de admiración.

“Ellos quedan impactados porque además el recibimiento en estos lugares es hermoso, se nota la dedicación, el querer recibir a los adultos mayores, que no es sólo la entrega de invitaciones, es una intención de compartir y conectar con ellos. Luego de la función comentan sus impresiones entonces nacen reflexiones muy bonitas y justamente esto hace que mantengan actividad física y cognitiva, que piensen y que se concentren en algo, que entiendan o tengan una idea, eso es genial.”

¿Quieres conocer las impresiones de Luisa y Celin después de la obra? Te invitamos a darle play a estos videos.

Celin Arriagada
Luisa Bravo

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