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David Atencio, director: “en Atacama la ciencia se vive”


David Atencio, director: “en Atacama la ciencia se vive”

En la próxima versión del Festival Internacional Santiago a Mil la ciencia, las artes visuales y el teatro toman protagonismo con el montaje Atacama, una obra que nos presenta la Compañía Tercer Abstracto, liderada por David Atencio, quienes aseguran que la experiencia estética del público es lo más importante.

Por Diana Torres A.

Cuando David Atencio tuvo que matricularse en la universidad, decidió irse por la ingeniería. Sin embargo, ese empujón le duró algunos minutos porque cambió de idea de un momento a otro y decidió optar por Teatro en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

La decisión fue acertada y se perfeccionó con un Magister en  Artes con mención en dirección en la misma universidad. Desde allí, junto a la Compañía Tercer Abstracto han desarrollado una metodología de investigación basada en el arte abstracto que toma como punto partida a artistas y sus propuestas políticas estéticas como Mondrian, Malevich, Kandinsky, Pollock, Klein, entre otros.

En ese tránsito, la compañía ha presentado los montajes Bermuda (2’04’’), Bermuda (2’23’’) (2013), S.U.B…C.E.R.O (2014), y para la próxima versión del Festival Internacional Santiago a Mil presentan Atacama (2015) una obra que tiene como inspiración el  pintor y grabador Mark Rothko, el Desierto de Atacama, las investigaciones astronómicas y las antiguas civilizaciones.

La búsqueda de materiales

Hace tres años, David Atencio junto a la compañía, participaron de una convocatoria que invitaba a  trabajar con el Desierto de Atacama como lugar de inspiración teatral.  Desde allí comenzaron la búsqueda de un artista visual que tomara este territorio como un espacio que en su origen no está definido por límites, ya que el territorio pertenece a todos los pueblos.

Para el autor, “este conflicto nos pareció interesante porque coincidía con la mirada del artista Rothko, que hace lo mismo con campos de color. No se sabe hasta dónde llegan los colores porque los materiales se van fundiendo”, afirma Atencio.

En el proceso de investigación la compañía se interiorizó sobre qué es el desierto. En esa búsqueda pasaron por los límites, la flora y fauna, hasta que llegaron al mundo de la astronomía, actividad muy relevante en la zona.

“Todo empezó a cuajar, cuando además integramos la teoría de las cuerdas, y eso lo complementamos con la perspectiva de mundos paralelos que Rothko planteaba. La realidad no es lo que uno ve, sino que es de acuerdo a lo que uno percibe y esta percepción de la realidad corresponde a los campos de color”, comentó.

Estudiaron el desierto y las opciones durante un año, el cual cundió con éxito, ya que se relacionaron con el Observatorio ALMA, la astrofísica y con otras instituciones para abordar el tema.

La experiencia es la protagonista

Para llevar a cabo el proceso creativo, David Atencio junto a sus compañeros desarrollaron la metodología de la abstracción, la cual consiste en rescatar la política y estética del artista visual de referencia, lo cual se convierte en el “alma del proyecto”, enfatizó.

“Rothko tenía una propuesta basada en lo sagrado, que decía que el arte tiene que ser profundo y debe llegar a modificar la experiencia de una persona, y esto lo lograba con cuadrados que provocaban el efecto de desplazar el ojo del espectador”

De esa forma, trataron de provocar el mismo efecto y duplicaron el elenco, lo que provocó  que la obra se desenfocara entre otros tiempos.

“Los primeros 10 minutos son claves, porque es allí donde los actores nos presentan un mundo al cual no podemos acceder de manera intelectiva, es decir vemos atacameños hablando otro idioma que nadie entiende. Luego abrimos las puertas al espectador para acceder a este mundo. Aquí vemos cómo el paso de tiempo va presentándole al espectador las diversas alternativas para que el éste acceda a la experiencia política del artista en estudio”, comentó.

“En Atacama la ciencia se siente, se vive” afirma el autor, al referirse a la respuesta de la audiencia, la cual en muchos casos ha estado compuesta desde científicos, hasta estudiantes de enseñanza media.

“En término concretos, la obra es para una comunidad artística que esté interesada en los procesos de creación, sin embrago, el punto de la obra está puesto en la experiencia del espectador, porque la obra plantea la experiencia del artista plástico, que es una experiencia sagrada”, finalizó.

Atacama se presenta en la versión XXIII del Festival Internacional Santiago a Mil los días 22 y 23 de enero en el Teatro Camilo Henríquez.

Foto: Juan Ramírez Jardua

 

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