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Artistas realizan talleres artísticos en Escuela Chacuiví de Ranquilhue


Artistas realizan talleres artísticos en Escuela Chacuiví de Ranquilhue

Epew lafken lleulleu mew: Relatos del Lago Lleu Lleuse llama la iniciativa que el actor Roberto Cayuqueo y la diseñadora Cynthia Salgado comenzaron en octubre, y que busca trabajar la memoria y el sentido de pertenencia de niños y familias mapuche, a través del arte, teatro y música.

Por Karina Mondaca

En 2014, el actor Roberto Cayuqueo y la diseñadora Cynthia Salgado, coincidieron en diferentes proyectos que terminarían por reunirlos en un solo. Mientras ella realizaba una investigación sobre el habitar mapuche para su tesis de diseño de ambientes, él se movía por Wallmapu en una residencia artística con el coreógrafo samoano Lemi Ponifasio, que finalizó con la creación del espectáculo I AM MAPUCHE. Allí, pudo escuchar cómo la gente del sector les contaba las leyendas del cómo surgió el pewen (araucaria), el lago, los animales, todo a través de relatos que el pueblo mapuche llama epew.

“Además de llamarnos la atención la interesante complicidad que tienen con su territorio, nos dimos cuenta que los epew son muy importantes no sólo porque son relatos tradicionales si no que traspasan la cosmovisión, la filosofía de vida del pueblo mapuche”, recuerda Roberto sobre uno de los aspectos que más despertaron su curiosidad y que dieron paso a un nuevo sueño. “Nos imaginábamos el hecho de poder formar escuelas artísticas que permitan a través de distintas disciplinas, rescatar y generar memoria en torno a conocimientos que los pueblos originarios conservan hace siglos”.

Coincidencia o no, durante el invierno de este año, Roberto fue invitado por Fernado Pairican, historiador mapuche e integrante de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE), a participar de una escuela que buscaba formar jóvenes líderes mapuche en la comuna de Tirúa, ubicada en la Provincia de Arauco, VIII Región del Biobío. Luego, en septiembre recibió el llamado del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que buscaba artistas que tuvieran pertinencia mapuche para participar de una residencia en la misma zona, con el objetivo de acercar la cultura a lugares apartados de Chile. Así, junto a Cynthia, que ya tenía cercanía con el pueblo sin ser mapuche, ambos comenzaron un proyecto único el pasado 15 de octubre, llamado “Epew lafken lleulleu mew: Relatos del Lago Lleu Lleu”. 

“La propuesta que presentamos contempla aspectos de la infancia y en particular de la infancia mapuche. En zonas como ésta, la timidez es un factor importante, no se puede obligar y excluir a los niños por querer actuar o no, así que dividimos el grupo en tres grandes talleres: arte, teatro y música, que será guiada por la cantante mapuche Daniela Millaleo”, explica el creador sobre la iniciativa que también cuenta con el apoyo de Adolfo Millabur, uno de los pocos alcaldes mapuches de sector, y de Michel Toledo, realizador audiovisual que registrará y hará un documental del la experiencia.

¿Quiénes fueron los elegidos? Alrededor de 25 niños y sus familias, pertenecientes a la Escuela Chacuiví, cerca del Lago Lleu Lleu. “Nuestro concepto de trabajo tiene que ver con la sensibilidad del territorio y como éste condiciona todo lo que ahí sucede”, explica Roberto. Y agrega: “Como equipo nos basamos en entender cómo son las personas según su contexto habitable, ya que ello condice su comportamiento, sus creencias, su cultura y su historia. Así nos damos cuenta que también la geografía es parte de su cosmovisión, y que ésta se promueve a través de los relatos, los guías de sus vidas, entendiendo que la proveniencia de  tiene su origen se relaciona con la historia de sus ancestros”.

¿Por qué deciden realizar un proyecto site specific, y no desarrollar una idea pre concebida?

Queremos hacer una obra que le pertenezca a la gente de la comunidad, no imponer un texto o una idea estructurada previa. Lamentablemente, nos enseñaron que el teatro se daba en una caja a la italiana dentro de un edificio llamado “teatro”, y con ello también nos enseñaron que se hace sólo de una forma. El arte también puede ser herramienta de colonización.

Tomamos el site specific debido a que había iniciado una investigación en este ámbito en mi tesis de Magíster en Dirección Teatral, porque sugiere la pertenencia del lugar, donde todo proviene de la historia y característica del lugar donde realizas la obra. Es importante en este tipo de trabajos reforzar la identidad de la gente y volver a demostrar que el arte no es para unos pocos privilegiados, sino que el arte lo podemos hacer todos y entendiendo que para ser universal, primero hay que ser local. Traer un texto previo y cerrar una sala de clases con cortinas negras sería fácil, sería replicar un instrumento de dominación. La idea final es dejar todo armado para que la comunidad pueda cuando quiera activar la obra, ya sabrán hacerla, porque la conocen, porque es su lugar y son sus historias.

¿Cómo ayuda el teatro a generar sentido de pertenencia y reconocimiento de su cultura, en las comunidades con las que trabajan?

Elementos de la teatralidad, la danza o la performance, están presentes en todas las culturas, más aun en las originarias, que tienen más cerca sus ritos y tradiciones. El arte no es sólo lo que la cultura del mercado nos ha hecho entender como entretención, también es memoria y educación. Es en lugares como éste que han dado una lucha histórica por la existencia, donde el arte es una herramienta de lucha y de cambio. El teatro y el diseño también ayuda a la autoestima de la personas y cumple con rol de mostrar lo que otros no quieren ver. Tirúa es una comuna que le puede enseñar mucho al resto de Chile, no es sólo un lugar de violencia, es un lugar de organización, de gente empoderada, donde sus escuelas tienen aún una fuerte transmisión del mapudungún y de la cosmovisión. Están pronto a resolver vía plebiscito qué hacer con las forestales y tienen uno de los pocos alcaldes mapuche y nacido en la comuna.

El teatro en este caso es reflejo de que en esta comuna también hay creatividad, alegría y opinión. Hay motivos de sentirse orgullosos de su historia y de su gente. El teatro y el arte pueden devolver la autoestima a un pueblo que ha sido reprimido y ninguneado al quemar sus bosques nativos y lugares sagrados, y que hoy se levanta con su niñez alegre y empoderada, que ya no sólo usa la fuerza física para resistir, sino también las artes que quedan perpetuas en la memoria.

¿Por qué rescatar elementos de la cultura mapuche como epew y el nütram? ¿Qué es lo que buscan con ello?

El nütram es ‘conversatorio’ en mapudungun, un espacio donde se junta toda la comunidad para evaluar, decidir y compartir ciertos temas que los afectan. Es una reunión larga, donde se comparte, se cocina y se intercambian alimentos. Los epew son los relatos orales que se han traspasado de generación en generación que explican, la cosmovisión, la existencia de la vida y de los lugares.

La gente pidió en Tirúa artistas con pertinencia mapuche, que actualmente son pocos, pero existen. Queremos acercar el arte que parece tan lejano a esta zona, tan de una cierta élite capitalina, con elementos la cultura mapuche, porque la colonización fue cruel hasta ese punto: “tú eres bárbaro, incivilizado, no haces arte”. Con estos elementos tan particulares de la cultura mapuche, queremos decir “el arte también está en ti y en todos”. Nosotros tomamos estos dos elementos que nos diferencian del mundo chileno para hacer teatro, reconociendo siempre que en la sociedad chilena y la mapuche hay diferencias culturales. Y no es malo tener diferencias, Chile debe aprender a no temerle a la diferencia, porque esa diferencia es la nos hace un país más rico, donde convergen distintas culturas.

Dicen que el trabajo final va a ser mostrado en diferentes lugares. ¿Se realizará una repetición en cada uno de esos sitios, o se mostrará sólo un fragmento que forma parte de un trabajo total?

Estamos en un punto de aún muchas cosas están por verse. Pero pensamos que sería bueno realizar un recorrido con el público por este sector, ya que es en el recorrido donde el lugar comienza a hablar por sí mismo. Desde el pueblo de Tirúa, que tiene un parque hídrico construido luego del maremoto del 2010 (LakfenMapu), que conserva una placa donde recuerda ese episodio citando a Kai Kai, la serpiente que levanta las aguas, pasando por la costa, hasta llegar a la Escuela Chacuiví y finalizar en el lago.

¿Van a repetir la experiencia en otra comunidad?

Queremos seguir con este proyecto a distintos lugares y comunidades. Nos gustaría tener la experiencia en territorios originarios nortinos, por ejemplo, además de volver a Wallmapu y a otros territorios como el pehuenche o huilliche. Y, sin duda, nos gustaría volver a Chacuiví ya que al existir continuidad, el progreso del trabajo podría ser mayor.

 

Revisa imágenes del proyecto “Epew lafken lleulleu mew: Relatos del Lago Lleu Lleu”:

Fotos: Roberto Cayuqueo
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